Continuamos con nuestra visita a la Escuela Secundaria “Ojca Swietego Jana Pawla II” de Niepolomice. Durante el miércoles pudimos observar cinco clases, donde fuimos testigos de cómo imparten clase nuestros compañeros polacos.
En la primera clase, estuvimos con Ana Kracik, profesora de alemán, en la que el alumnado aprendió vocabulario relacionado con la naturaleza, para después ver un vídeo sobre la leyenda de Lorelei, náyade que desde su roca atraía a marineros con su belleza y cantos hasta causar el hundimiento de sus barcos. Después el alumnado leyó un fragmento de esta leyenda. En los últimos minutos realizaron un Kahoot! sobre España.
En la segunda sesión, pudimos observar una clase de inglés con la profesora Dorota Zak, en la que el alumnado, en pequeños grupos, a través de unos ingredientes tenían que ir uniendo piezas hasta formar un plato típico polaco. Una vez formado el plato, debían decir cuáles eran esos ingredientes al resto de sus compañeros, quienes debían adivinar el plato del que se trataba. Después el mismo grupo debía contar en qué momentos comían esos platos. Nosotros además de observar pudimos participar en el juego, adivinando los platos que estaban describiendo. También el alumnado polaco nos preguntó sobre platos típicos españoles. Tanto a Nieves como a mí, nos sorprendió la cantidad de alumnos que conocían los churros.
La tercera clase, también de inglés, la tuvimos con Kasia Grochot, quien propuso a sus alumnos elaborar una historia a partir de 10 imágenes que debían escoger de un gran muestrario y a las que debían unir seis frases que debían estructurar la historia. En tres grupos de 4 alumnos, el alumnado creó tres diferentes tipos de historias que después compartieron con nosotros y el resto de sus compañeros. Mientras el alumnado escribía, nos llamó mucho la atención lo limpias que estaban las mesas de los alumnos, pues en ninguna de las dos sesiones anteriores ni en esta habíamos visto una pintada en los pupitres y lo limpio que estaba el suelo, sin papeles ni basura tiradas fuera de la papelera. Una vez leídas las historias, Kasia nos llevó a ver a un grupo de alumnos del centro que estaban ensayando unos bailes (salsa y vals).
En la cuarta sesión, fuimos a la clase de Biología con Eva Fijal, donde el alumnado avanzado de Biología diseccionó diferentes órganos de animales, como corazones de gallina, hígado, riñones y pulmones de cerdo de los que se extrajeron pequeñas muestras que observamos al microscopio. El alumnado se mostró muy dispuesto y desde el primer momento empezaron a cortar los órganos sin dubitación.
Por último, pudimos disfrutar de una clase de Historia polaca con Isa Wojakowska quien preparó un juego sobre su historia nacional. Primero, pudimos ver un vídeo que recorría la historia polaca hasta finalizar con su incorporación a la Unión Europea. Después el alumnado debía recoger en un folio todos los acontecimientos que recordasen, junto con la fecha en la que tuvieron lugar, para finalizar haciendo preguntas sobre Polonia y su historia. El alumnado disfrutó mucho del juego y demostraron tener un gran conocimiento sobre su historia y una gran competitividad.
Para terminar nuestro día visitamos las Minas de Sal de Wielicka, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Tras bajar los primeros 378 escalones, dispuestos en 54 tramos de escalera, empezamos a ver las salas y cámaras excavadas por los mineros que extraían la sal en el primer nivel, quienes además realizaban esculturas de sal y numerosas capillas por el miedo a que se pudiera realizar un derrumbe. Para llegar al segundo nivel tuvimos que bajar otros tantos escalones hasta llegar a una profundidad de 110 m y continuamos viendo cámaras y las esculturas de sal que en ellas se conservan. Finalmente, llegamos al tercer nivel, último de la visita, pero no así de la mina, que cuenta con nueve niveles en total. Para llegar al nivel tres bajamos unos pocos escalones hasta alcanzar la profundidad de 135 m. En dicho nivel es posible visitar el museo de la mina, que pone en contexto todo lo visto con anterioridad a lo largo de las salas. La experiencia de bajar a la mina ha sido maravillosa. Eso sí, si alguna vez viajáis hasta allí, recordad llevar una chaqueta pues la temperatura desciende varios grados en el último nivel.
El jueves por la mañana regresamos al Instituto para realizar nuestras últimas horas de enseñanza y de observación. En la primera clase, dimos a conocer al alumnado polaco dónde se ubica La Carolina, hablamos de su historia, monumentos y fiestas, para después continuar explicando las actividades que realizamos en nuestro instituto. Por último, finalizamos hablando de los beneficios del aceite de oliva virgen extra y tanto los alumnos como la profesora pudieron degustar una muestra de aceite ecológico virgen extra de Jaén.
En la segunda sesión de enseñanza, mostramos de nuevo a otros alumnos polacos de dónde veníamos y le explicamos la historia de dicho lugar. El alumnado se mostró muy interesado y nos realizaron muchas preguntas sobre España y su comida, sobre el sistema educativo español, las asignaturas que se impartían en España y la duración de las clases.
A media mañana disfrutamos de un pequeño descanso, en el que desayunamos con Dorota, Kasia y Ana en una cafetería cercana al centro escolar donde pudimos conversar sobre nuestros sistemas educativos y sobre el programa Erasmus y los proyectos llevados a cabo estos últimos años.
En la cuarta sesión, observamos una clase de Química, donde el grupo avanzado realizó una serie de experimentos químicos en los que a partir de la mezcla de distintos reactivos tenían que observar los productos obtenidos y rellenar un cuestionario sobre las reacciones que habían tenido lugar.
En la última clase que tuvimos el jueves pudimos observar la enseñanza de la Geografía en este instituto polaco. Un grupo de 27 alumnos aprendían sobre procesos erosivos externos de la Geografía Física. Para ello, el profesor usó una presentación, a la que añadió información en inglés para facilitar nuestra comprensión. El alumnado copió en su cuaderno los temas principales y respondió a las preguntas del profesor, para terminar rellenado unos ejercicios sobre lo visto en clase.
Por la tarde, visitamos el barrio judío de Kazimierz en Cracovia, donde pudimos pasear por sus calles de piedras irregulares mientras veíamos diferentes sitios de interés turístico como la fábrica de Schindler, un fragmento del muro del gueto de Varsovia, la Sinagoga Vieja y otras sinagogas y edficios singulares del lugar.
El último día nos reunimos con la directora del centro, quien nos despidió entregándonos los certificados de participación junto con nuestras anfitiotras, Kasia y Dorota, coordinadoras del Programa Erasmus en su centro. Tras ello, iniciamos nuestra vuelta a España para poder compartir con nuestro alumnado y el resto del profesorado esta enriquecedora experiencia en Niepolomice (Polonia).















